La calle «Duque de la Victoria» está situada en el centro de la ciudad y es una de las más importantes, aunque la mayoría de los vallisoletanos no conocen el origen del nombre de esta calle.

Baldomero Espartero fue un militar, político español, gran defensor de la reina Isabel II que obtuvo varios títulos en recompensa por su labor en los campos de batalla, destacando especialmente en la primera guerra carlista, donde su dirección del Ejército isabelino fue indispensable para la victoria final.

La vida de Baldomero fue planeada por su padre hacia un destino religioso, pero la guerra de la independencia lo obligó desde joven a batallar. Combatió en muchos conflictos importantes en España durante el siglo XlX: la guerra carlista, la guerra de la independencia de Perú y la guerra contra la invasión francesa.

Gracias a su entrega en las batallas, Isabel ll le otorgó el título nobiliario de el ducado de la Victoria, creado el 14 de diciembre de 1839.

El general Espartero ocupó muchos cargos importantes de la corona española. Fue regente durante 4 años en nombre de Isabel ll, ministro de guerra de España e incluso presidente del consejo de ministros. De hecho, ser destronada la reina Isabel ll en 1868 se le ofreció el trono y el general no aceptó.

En su funeral tuvo lugar el protocolo debido a un capitán general fallecido en el servicio, a pesar de que llevase mucho tiempo retirado de la política y de la vida militar. Cánovas del Castillo fue el encargado de designar un elevado número de soldados para que participasen en la ceremonia.

Actualmente, sus restos se encuentran el la catedral de Logroño, y varias ciudades de España le recuerdan a través de sus calles. En memoria del Príncipe de Vergara, hay varias esculturas en Madrid e incluso una calle, denominada Príncipe de Vergara. En otras ciudades como Valladolid y Alicante, existe la denominada calle Duque la Victoria.

En Valladolid la calle se encuentra junto a la Plaza de España, siendo una de las más transitadas de toda la provincia.

¿Sorprendente, verdad? ¡Uno nunca se va a dormir sin aprender algo nuevo!

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