El nuevo modelo energético solar

31 May, 2021

Los miembros del Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas de la UVa han realizado un estudio que revela que las emosiones de carbono derivadas del cambio en el uso del suelo serán mayores de lo esperado.

Los próximos años estarán protagonizados por una transición de las energías fósiles a las energías renovables. Utilizando este método se espera que en 2050 la la energía solar ocupe entre un 20% y un 60% de la producción energética total, llegando incluso, en algunas regiones específicas, a generar el 90%. Sin embargo, este futuro tan prometedor no está exento de inconvenientes desde el punto de vista de la biodivesdidad, el uso del suelo… tal y como revela un estudio puesto en marcha por el BC3 y en el que participa el Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas (GEEDS) de la Universidad de Valladolid.

El debate sobre la transición de las energías renovables lleva existiendo mucho tiempo. Hace 10 años la Unión Europea se planteó el problema del uso del suelo derivado de la generación de las energías renovables, pues se vio obligada a frenar las políticas relacionadas con los biocombustibles: “Según un estudio elaborado por la OCDE el abastecimiento de biocombustibles para el 10% de los vehículos de la UE supondría el uso del 70% del suelo dedicado a cultivos», explica el investigador.

En 2012 la Comisión Europea tuvo que modificar la directiva sobre biocombustibles del 209 para poder reducir los efectos de su producción.

El artículo ‘The potential land requirements and related land use change emissions of solar energy’, publicado en Scientific Reports por investigadores de la UVa, del grupo de investigación Basque Centre for Climate Change (BC3) de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y del Joint Global Change Research Institute, recoge las necesidades del futuro. Se habla del terreno necesario para poder instalar plantas solares y cuantifica también el impacto de estas en Europa, India, y Japón/Corea del Sur. Las zonas han sido elegidas debido a que se consideran potencialmente vulnerables, según el artículo  ‘Assessing vulnerabilities and limits in the transition to renewable energies: Land requirements under 100% solar energy scenarios’

Emisiones indirectas del uso de energía solar

La producción de energía solar necesita una cantidad amplia de suelo, por lo que la preocupación aumenta sobre la sostenibolidad de este tipo de energía. Los cambios en el uso del suelo para instalar parques fotovoltaicos serán inevitables, y se perderá biodiversidad. Según los resultados del estudio, los parques solares ocuparán suelo empleado para la agricultura y la silvicultura.

Las placas solares urbanas

El autoabastecimiento parece prácticamente imposible hoy en día, por lo tanto, sería recomendable instalar un modelo de placas fotovoltaicas urbanas que puedan permitir un cierto nivel de autoconsumo que se completase con la existencia de parques solares.

Para lograr la transición de forma exitosa se enceita una buena planificación de la localización de las plantas y gestión de la tierra de estos nuevos aparatos, para reducir las emisiones indirectas de carbono. En el estudio se estima que las emisiones de CO2 serán mayores de las que suponían hasta el momento, pero aun asi mucho más pequeñas que otras energías renovables como la biomasa.

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