Cuenta la leyenda que las siete doncellas fueron ofrecidas como propiedad para el rey Abderramán lll como pago del Reino leonés. Después de que las señoritas se cortasen las manos, una célebre frase pasó a la historia de la localidad: “Si mancas me las dáis, mancas no las quiero”. Es por ello que muchos afirman que el nombre de la localidad viene dado por esta frase.
Esta ofrenda medieval se llevó a cabo en el año 783 por primera vez, cuando el rey Mauregato quiso agradecer al califa Abderramán l su ayuda para poder obtener el tono astur, puesto que él era hijo bastardo de Alfonso l de Asturias. Mauregato otorgó al califa cien doncellas vírgenes de distintas localidades, donde Simancas debería participar con siete de ellas elegidas aleatoriamente para que el califa pudiera renovar su harén, venderlas o usarlas como sirvientas.
Los sucesores de Mauregato rechazaron ese tributo tan horrible y lo cambiaron por dinero, aun así, tiempo después, Abderramán ll pidió de nuevo el pago con mujeres al rey Ramiro l, que accedió a cambio de evitar la invasión.
Fue entonces cuando las siete mujeres de Simancas designadas para esta ofrenda decidieron conjuntamente cortarse las manos para que fueran rechazadas por el califa, y así lo consiguieron.
En la actualidad, cada 6 de agosto en Simancas se celebra el “Requerimiento de las siete doncellas” , aunque de una forma muy distinta a la medieval , por suerte. Siete mujeres de la localidad serán requeridas en sus propias casas para, ser embajadoras de la villa durante un año. Este acto es uno de los más anhelados por los vecinos de la villa, ya que cada año se recupera la leyenda nombrada anteriormente.
¿Has estado alguna vez en Simancas? ¡Cuéntanos en los comentarios!
¡No olvides visitar nuestro blog para más leyendas interesantes!
0 comentarios